Blogia
familiacorunumchile

FAMILIA CORUNUM CHILE

FAMILIA CORUNUM

Fundado en 1791, por el Padre Pedro de Cloriviére bajo el nombre de “Sociedad del Corazón de Jesús”.
Renovado por el Espíritu Santo en función de las culturas actuales y de las nuevas necesidades de evangelización.
El Instituto, hoy día, está extendido por los cinco continentes del mundo.

UNA HISTORIA
1.El 02 de febrero del año 1791, Pedro de Cloriviére, sacerdote de la diócesis de Saint-Malo (Francia), que había sido Jesuita hasta la supresión de la compañía en aquel país, se asoció con nueve compañeros (uno de los cuales era laico), para “hacer florecer la dignidad del cristiano y del sacerdote, unida a la pobreza y humildad religiosa…para la gloria de nuestro Señor Jesucristo y la salvación del mundo entero”.
La Sociedad del Corazón de Jesús, así fundada pretende establecer “en medio del siglo” la búsqueda de la perfección evangélica, que hasta entonces había estado reservada a los religiosos.

Pero el 29 de octubre de 1918, el sacerdote Daniel Fontaine, perteneciente a la diócesis de París, reasumió la idea de Pedro de Cloriviére, y la Sociedad volvió a desarrollarse, primero en Francia, y luego, en un buen número de países de Europa y del mundo.
La Sociedad propone a sus miembros una espiritualidad a la vez secular y religiosa, marcada profundamente por la espiritualidad ignaciana. Quiere a sus miembros “contemplativos en la acción”, decididos a vivir en la intimidad del Corazón de Jesús y trabajando por el advenimiento del Reino de Dios.
2.La Sociedad creada por Pedro de Cloriviére, encontró forma canónica en la Constitución “Provida Mater Ecclesia” de Pío XII (1947), convirtiéndose en Instituto Secular el año 1952.
Gracias a esto, la Sociedad tomó mejor conciencia de su carácter específico, que no consistía en ser una forma de vida religiosa camuflada, sino un camino de perfección evangélica dentro de la condición de sacerdotes diocesanos.
Fiel a la intuición original de su Fundador, el Instituto se afana por precisar, cada vez mejor, su vocación, brindando a sus miembros una amistad espiritual al servicio de su misión, sin distinguirlos en nada de sus otros hermanos en el sacerdocio. El Instituto pretende humildemente ser una escuela de oración y de vida evangélica para ellos en orden a la salvación del mundo.
3.Tras la publicación de la REGLA DE VIDA, en 1969, dos asambleas generales han marcado la marcha del Instituto. La fidelidad reclamaba de nosotros insistencias, aperturas, iluminación de nuevos aspectos de nuestra vocación, apoyándonos en las orientaciones que emanaban de ella.
La Asamblea de Chartres, en 1972, aprobó una primera redacción de la REGLA DE VIDA; requirió además un abrirse a todas las naciones y a todos los que buscan una vida evangélica, sean sacerdotes o laicos, hombres o mujeres. En 1978, la asamblea de Saint-Thomas, en la República Federal Alemana, adquirió una conciencia más profunda del carácter internacional del Instituto. Puso en evidencia la originalidad secular de todos los aspectos de nuestra vocación. Mostró por fin cómo nuestra vida entera encontraba su unidad en la contemplación del Corazón de Jesús.
En la asamblea de 1984, celebrada en Chantilly, donde se propuso por primera vez un estatuto canónico de los laicos, casados y solteros, que están dentro del Instituto o en conexión con él.
4.Debido al paso de los años, las formas de vida cambian y con ello el vocabulario. En estos tiempos que siguieron al Concilio Vaticano II, han surgido, formas de actuación que parecen nuevas, pero la Iglesia se esmera por permanecer fiel a Jesucristo, progresando en la inteligencia de su misterio y en el servicio y atención a los hombres.

Los miembros del Instituto quieren ser fieles a la herencia recibida y progresar en el camino de un mejor anuncio del Evangelio. Por lo mismo, la presente REGLA DE VIDA es a la vez nueva y antigua. Representa una avanzada sobre el viejo surco abierto hace ya tiempo por el Espíritu de Dios en la historia de los hombres.
UN PROYECTO, UNA GRACIA
REGLA DE VIDA
5.El Instituto reúne hombres y mujeres que han decidido seguir más de cerca de Cristo en el celibato y en la escuela del Padre Pedro de Cloriviére.
Una asociación de vida evangélica está estrechamente unida a él: se ofrece principalmente a personas casadas que quieren compartir la misma búsqueda en su estado de vida. Tanto los unos como los otros, guiados por la misma REGLA DE VIDA y por el estatuto propio de cada estado de vida, queremos cada día seguir a Jesús en su vida, su muerte y su resurrección. Queremos aplicarnos a vivir en una fidelidad total al Evangelio al servicio del Reino de Dios.
6.Nuestros grupos nos apremian a vivir una nueva amistad. Su fundamento se encuentra en la gracia común que hemos recibido y en la manera especial como interpretamos y expresamos el Evangelio en nuestra vida. Esta amistad se fortifica con la puesta en común de nuestra vida espiritual y apostólica. Está al servicio de todos.
7.La pertenencia la Instituto nos coloca en una condición particular. Decididos a vivir según el Espíritu, queremos ayudarnos compartiendo aquello que constituye la entraña de nuestra vida: el amor a Jesucristo y el servicio de los hombres.
Convencidos de que la fe, la esperanza y la caridad que no se manifiestan corren el riesgo de degradarse, prometemos darnos mutuamente la alegría de intercambios sencillos, estimulantes y discretos a la vez. Es el espíritu de Dios quien reúne a nuestra familia. Es él quien nos une en nuestras diferencias y el que nos hace crecer juntos en Iglesia en el amor del Padre y en el de su enviado Jesucristo.
FAMILIA CORUNUM
EN CHILE
El Instituto Secular del Sagrado Corazón de Jesús, ha estado presente en Chile desde el año 1960.
Integrado en primera instancia por tres sacerdotes diocesanos: P. Charles Muller, P. Jean Marie Roberts y P. Luis Chiotti. Los dos primeros ya fallecidos y el tercero regresó a su tierra natal (Francia) por su avanzada edad, en octubre de 2001.
Desde 1992 son aceptados 4 laicos, que después de realizar el proceso de formación inicial, realizan sus compromisos temporales en enero de 1996, ellos son:
- Inés Jofré,
- Reinaldo Alvarado,
- Guillermina Herrera (actual coordinadora) y
- José Molina.
Un segundo grupo entró en formación y realiza sus primeros compromisos, el 06 de febrero de 2000, ellos son:
- Angélica Peralta,
- Guillermo Ordóñez,
- Carlos Ordóñez y
- Plácido Méndez.
En el año 2001 entra inician su formación inicial:
- Elisa Prado y
- Margarita Ponce.
El año 2002 inician el camino de conocimiento de la espiritualidad de la Familia Corunum:
- María Eugenia Salazar y
- Sara Tobar.
Mensualmente la Familia Corunum se reúne en el domicilio particular de sus miembros, o en la Parroquia Santa Isabel de Hungría, a la que pertenecen la mayoría de sus miembros.

0 comentarios