Blogia
familiacorunumchile

I. UNA LLAMADA QUE NOS HABLA AL CORAZÓN LLAMADOS A LA SANTIDAD

5°. La santidad de Dios ha sido plenamente develada por Cristo, que ha venido a revelar el amor infinito del Padre, al sellar con su sangre la Alianza con los hombres y así restablecernos en la verdad de su condición humana. Su vocación, el sentido último de su existencia, es "alabar, hacer reverencia y servir a Dios" (S. Ignacio).

6°. El Espíritu Santo nos ha santificado plenamente por medio del bautsmo y de la confinnación. Somos, en adelante, miembros del Cuerpo de Cristo y participantes en su vocación y en su misión. Así, captados por un amor que precede al nuestro, estamos invitados a entregarnos, totalmente y sin reservas, a la inspiración del Espíritu, y le dejamos habitar, orientar y unificar nuestra vida según cada una de sus dimensiones.

7°. Deslumbrados y modelados por el Evangelio, llenos de gratitud, elegimos seguir a Cristo lo más de cerca posible. El nos invita a tomar su camino de vida, el camino de su Pascua de muerte y resurrección, con el fin de que todo hombre, creado a imagen de Dios y, ya salvado por Jesucristo, pueda abrirse al don de la vida nueva. "La gloria de Dios, es el hombre vivo, y la vida del hombre, es la vision de Dios" (S. Ireneo).

8°. Esta llamada radical a la santidad, la oímos en la Iglesia. Nos arraiga en la vocación y en la misión de todo el Puebio de Dios, pueblo de la Alianza, portador de la Buena Nueva que debe anunciar a todos los hombres.

0 comentarios